Tertulia meriniana

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Tras más de dos meses leyendo una selección de relatos de su obra Las puertas de lo posible, llegaba el momento cumbre de nuestro Club de lectura:conocer a quien había logrado unirnos a través de la escritura, conocer a Jose María Merino. Habíamos organizado el trabajo por grupos en torno a un relato, y se trataba de establecer un diálogo en el que uno de vosotros se convertía en valiente portavoz de las preguntas que habiáis preparado, y el resto tomaba nota de sus reflexiones para plasmarlas en esta entrada. ¡Muy buen trabajo!
Recordando sus palabras, ¡qué extraordinaria conjunción de circunstancias aleatorias han hecho posible esta experiencia!
Y ahora, no me queda más que reproducir vuestra percepción de aquella mañana en la que nos dirigimos al IES Duques de Nájera desde el IES Tomás Mingot (siempre gracias por esta actividad colaborativa entre centros, y a la editorial Páginas de Espuma por facilitarnos tanto el trabajo) cargados de responsabilidad, un libro que firmar y…un regalo…



  • ¿Somos capaces de usar la tecnología?: El ser humano se cree el ser más poderoso, el centro del universo. Esta ansia por el poder terminara en u n mal uso de la tecnología y finalmente en un desastre a nivel humano. Esto solo afectara al hombre y por lo tanto somos nosotros los que debemos dar buen uso a las nuevas tecnologías. Ahora mismo avanzamos más técnica que moralmente y a esto se deben todos los problemas del presente.
  • La felicidad: hemos de vivir la vida, ser felices y sobre todo, no atormentarnos con la muerte ya que es algo natural e inexorable. Hemos de vivir conscientes de la realidad, no ser engañados y saber que la muerte es algo que puede estar en todas partes.
  • Debemos quitar de nuestas mentes la idea del hombre por encima de la Naturaleza, ya que es una gran mentira. El ser humano, como todos los animales, pertenece a la Naturaleza, forma parte de ella. No tenemos que precipitarnos y pensar que hay que parar el desarrollo y perder toda nuestra tecnología, pero sí que es verdad que hay que evolucionar hacia formas más respetuosas con nuestro planeta y ser más solidarios con el resto de las personas. La superpoblación, la falta de agua potable, la contaminación y deforestación son problemas que dañan a nuestro mundo y a nuestra integridad como seres humanos y tenemos la obligación moral de terminar con ellos.
  • Señala el problema global que constituye la escasez del agua potable en Nicaragua a pesar de contar con gran cantidad de agua dulce. La atención se dirige hacia la explotación de la ubre del petróleo, pero olvidando que si se continúa con el tratamiento actual del agua, ésta se puede convertir en un futuro en algo todavía más valioso que aquel.
  • El encuentro fue muy satisfactorio, las visiones de un futuro preocupante a través de la literatura de Merino, y la ficción como parte de la verdad, pueden dar respuesta a problemáticas actuales. El autor resulta ser un gran conversador, me quedo con la frase: “Hay una felicidad suficiente que tiene que ser garantizada para toda la humanidad”.
  • “Vivimos en una sociedad llena de carencias tremendas y de derroches estúpidos.”
    Con tan rotunda afirmación definía Merino el mundo que actualmente habitamos.
    Al ser preguntado por la tecnología estética, se muestra escéptico, ya que hace apología de la inexorabilidad del paso del tiempo alegando que “las arrugas hay que ganárselas” y augurando que estos tratamientos agranden la brecha social ya existente entre ricos y pobres.
    Merino aboga por el sentido común y el avance lógico y correcto de las cosas, y para ello alude al reciente descubrimiento de las siete cepas mitocondriales hasta ahora encontradas. Así, explica que todos tenemos “siete abuelas comunes”, por lo que somos primos. Y como primos, deberíamos velar por una buena convivencia a nivel global.
    Respecto a las cuestiones lingüísticas, Merino se muestra temeroso ante la invasión de los anglicismos, fácilmente observables en, ya no sólo el argot, sino en todo el ámbito comercial de nuestro país. Declara que el diccionario debe ser una herramienta al servicio de los hablantes, por lo que debería recoger acepciones extendidas entre la población y vulgarismos, siempre que se indique el uso indebido de los mismos.
    Así, Merino se posiciona ante los puristas académicos que defienden la integridad de la RAE como órgano de censura y de juicio en el inmovilismo del idioma.
    En definitiva, en esta entrevista hemos podido conocer a un hombre de vasta cultura, humilde y cercano a pesar de su privilegiada posición
Aunque han pasado ya algunos días, y en vuestra memoria se acumula ya una compleja red de conocimientos para la PAU, me gustaría saber qué os pareció Merino, si todavía guardáis aquellos momentos en algún rincón protegido o, por lo menos, reconocer que se nos ve felices en la foto…
¡Nos leemos!

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